Portobello es una calle, un mercadillo, una asociación vecinal, el escenario de alguna que otra famosa película y en su día un puerto, una granja y un convento. Un pedacito de historia de Londres y un punto de atención para los viajeros que la visitamos.
No sé si son los ingleses o somos los turistas los que tenemos cierta tendencia a la mitificación de los mercadillos londinenses. Si el otro día hablábamos de cómo Camden Town se ha convertido en uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad, no pudimos dejar de visitar el otro gran mercado, y grande no por su tamaño, sino por su fama.
La historia de Portobello
Como habéis podido intuir, el mercado no responde al típico nombre inglés. Portobello recibe su exótico nombre de una batalla de mediados del siglo XVII en la que los británicos arrebataron a los españoles el Puerto de Portobello, en lo que ahora es Panamá.
Podrían haberle dedicado una plaza al acontecimiento, como a Trafalgar, pero se ve que la batalla no dio para tanto y, a modo de homenaje, se bautizó una granja con ese nombre. El camino que llevaba hasta la granja, entonces en las afueras de la ciudad, acabó por llamarse Portobello Road.
La granja luego se convirtió en un convento de franciscanas, y los alrededores de la carretera que antes eran campo abierto, comenzaron a urbanizarse en el siglo XIX al característico estilo victoriano, que era lo que tocaba, y sin planificar mucho las curvas originales de la carretera.
Como los campos y las granjas aún estaban cerca, la carretera de Portobello era un ir y venir de carretas llenas de suministros para la ciudad, y por eso no es de extrañar que por aquella misma época, se comenzara a popularizar un mercado de comida.
El mercado de Portobello Road
No fue hasta los años 40 y 50 del siglo XX cuando las antigüedades comenzaron a comer terreno a la fruta y la verdura hasta convertir a Portobello Road en el mayor mercado de antigüedades del Reino Unido. No es lo único, como si fueran unos grandes almacenes, Portobello Road cuenta con más secciones para ropa, artículos para el hogar y productos de segunda mano en general.
Eso sí, la asociación de vecinos de Portobello Road, además de cuidar del encanto de la zona, evita que las grandes cadenas se instalen en la zona para que no se pierda la autenticidad.
El mejor momento para visitar el mercado es el sábado por la mañana, cuando el mercadillo está en su máximo apogeo, ocupando las calles cortadas. Además, durante los sábados de primavera y verano, hay actuaciones musicales en Acklam Village, un espacio alternativo en uno de los extremos de Portobello Road, con su propia sección del mercado y puestos callejeros de comida donde poder tomar unas pintas y sentirse el más underground de Londres.
Un bruja antigua y un romance moderno en Portobello
A Portobello Road le han cantado los Dire Straits, Blur, Cat Stevens y hasta Caetano Veloso; y se ha retratado en libros tan dispares como los de Paulo Coelho o el Oso Paddington. Pero si ha sido vista en todo el mundo ha sido gracias a dos películas:
En 1971 una película vino a inmortalizar el mercado de antigüedades de Portobello Rorad. El título original hablaba de pomos de cama y escobas (Bedknobs and Broomstics), igual que los cuentos infantiles en que se basaba, pero nosotros la conocimos como La Bruja Novata. Una película hecha casi a imagen y semejanza de Mary Poppins (de hecho se planteó como su sustituta cuando hubo problemas con los derechos de la niñera, y luego se retrasó su filmación por tratarse de argumentos muy similares).
En una de las escenas más emblemáticas de la película, el profesor de magia interpretado David Tomlinson (el Sr. Banks de Mary Poppins) llevaba a la aprendiz de bruja Angela Lansbury a buscar un antiguo libro de hechizos, al mercado de antigüedades de Portobello Road «donde se vende y se compra hasta el sol», donde tenía lugar un número musical memorable y bastante surrealista:
Que no os engañen, este Portobello Road de Disney era ficticio y fue recreado en unos estudios de Hollywood. Pero la que sí se rodó en los escenarios reales fue de la calle y sus alrededores fue una de las comedias más exitosas de los 90s:
Notting Hill fue una película escrita por Richard Curtis, el rey británico de la comedia romántica, también autor de Love Actually, y que solía vivir en el barrio londinense del mismo nombre. En concreto en la misma casa de puerta azul que se ha convertido en un lugar de peregrinación en Portobello Road.
Cuando veáis un grupo de personas haciéndose fotos en un portal sabréis el lugar exacto en el que Hugh Grant y Julia Roberts vivieron sus románticas escenas, pero además toda la película es un homenaje a uno de los lugares más famosos de Londres: