Mercado de Camden Town

Una vuelta a Camden Town

De entre todas las cosas que puede hacer uno en pleno invierno del Brexit, tal vez callejear por los mercados de Londres no es la más apetecible, pero Londres merece la pena en cualquier época del año y la historia, y Camden Town siempre merece una visita.

El caso es que un grupo de amigos nos fuimos a revisitar la ciudad más populosa y cosmopolita de Europa con la ventaja de que todos la conocíamos bien y no había necesidad de hacer planes turísticos.  Eso dijimos, muy ufanos, ignorando conscientemente que Camden Town es un destino a la altura del Big Ben o el Palacio de Buckingham. De hecho se considera la cuarta atracción más popular de la ciudad.

Qué es Camden Town

Para los que no conozcan los detalles, Camden Town es un distrito del noroeste de Londres que en su origen, a finales del siglo XVIII, fue una pobre área residencial del extrarradio que creció industrialmente gracias al trajín del canal de Regent’s y el ferrocarril.

En los años 60 y 70 del siglo XX, la zona comenzó a adquirir  fama de centro de la cultura alternativa cuando en sus calles les dio por juntarse a modernos artesanos, artistas, diseñadores, músicos, poetas y gentes de malvivir en general, que representaban un vanguardismo cultural estrechamente ligado a los mercados callejeros.

Ojo, digo mercados, en plural, porque aunque casi no se sabe dónde empieza uno y termina otro, son varios. El original fue el mercado de comida de Inverness, con más de 100 años de antigüedad, aunque de la comida ya no hay ni rastro.

Sin embargo, los que dieron fama al lugar fueron los mercadillos que se originaron en los 70s, empezando por el de Camden Lock, alojado en viejas naves de almacenaje junto al Regent’s Canal, y que poco a poco fue rodeado por otros cuatro mercados: Buck Street Market, Stables Market, Camden Lock Village y el Electric Ballroom, que durante mucho tiempo fue mercado a cubierto además de discoteca.

Llegar a Camden Lock

Paseo de Rengent's Canal hacia CamdenLa manera más habitual de llegar a los mercados es el metro, a la propia estación de Camden, que es también la mejor forma de sentir el sofocante agobio del viejo metro londinense. Durante los fines de semana la afluencia de público es tanta, que por motivos de seguridad la estación funciona solo como salida, para evitar que los pasajeros se crucen en tumulto en las escaleras. Eso quiere decir que para volver a coger el metro hay que desplazarse hasta alguna otra estación cercana como la de Mornington Crescent o Kentish Town West.

También se puede llegar en un clásico autobús londinense, porque son muchas las líneas que llegan al mercado, pero la opción más apetecible, sobre todo si hace buen tiempo (siendo Londres, identificaremos buen tiempo con «que no llueva») es recorrer la ribera del Regent’s Canal. El canal artificial del Támesis recorre Camden Town por el norte y tiene adosado un cómodo y bonito paseo que nos lleva desde King’s Cross hasta el mismo Camden.

Pero ¿Qué hay en Camden ?

El producto estrella original de Camden Lock siempre fueron los productos de artesanía, y dentro de esta categoría puede caber casi todo lo que se os ocurra, que no venga de una gran factoría. El género se ha ampliado muchísimo para albergar ropas de segunda mano, libros, pinturas, muebles, antigüedades, joyas, cuadros… Además, para poder sustentar al público y que siga comprando, hay una gran variedad de puestos de comida rápida de distintos lugares del mundo.

Quien visitó Camden a principios de este siglo y ha vuelto recientemente, como es mi caso, habrá comprobado que ha habido muchos cambios. Reformas, ampliaciones, acondicionamientos… De manera que lo que antes parecía más alternativo, improvisado y amontonado entre parapetos, ahora es mucho más artificial. Por decirlo de otra manera, Camden está dejando de ser tan rastro para ser más centro comercial.

Cyberdog en Camden TownEso no quiere decir que las mejoras no sean buenas porque facilitan las compras y las pintas, y aún mantiene parte de su encanto. Y además se toman algunas medidas para mantener su autenticidad. El Stables market que como su propio nombre indica, antes fueron establos, o más bien, «hospital de caballos» y se ha reformado para acoger más puestos, tiene una estricta política para impedir instalarse a la grandes cadenas, y permite el alquiler de espacios incluso por días para renovar la oferta y adaptarse a los pequeños vendedores.

Aquí también se encuentra actualmente uno de los establecimientos más característicos de Camden y que se ha convertido en un atractivo en sí mismo: Cyberdog es una tienda especializada en ropa futurista con mucho neón, fluorescente, goma y plástico, y música techno sonando a todo trapo.

Los ídolos de Camden

El mismísimo Charles Dickens fue vecino de Camden durante una temporada, y allí ambientó algunos pasajes de sus novelas. Por ejemplo, el pobre empleado del señor Scrooge en el cuento de Navidad, el padre del pequeño Tim y su muleta, vivía en Camden.

Amy Winehouse en Camden TownFueron muchos los poetas y escritores que vivieron en la zona, pero oye, como eran contraculturales, no los conocemos fuera de aquel entorno. Alguno más famoso como Morrissey escribió una canción llamada Come Back to Camden, pero si hay una imagen asociada al lugar es sin duda la de la cantante Amy Winhouse que vivió, cantó y bebió todo lo que pudo en Camden Town hasta que la encontraron muerta en su casa del barrio.

En el que hubiera sido su siguiente cumpleaños se inauguró una estatua en su honor que hoy es uno de los rincones más fotografiados del mercado. Su presencia se extiende a la música que suena y a la reproducción de su cara, moño y línea de ojos, en camisetas, cuadros, bolsos, cojines, y toda superficie dibujable. Su ubicuidad es solo comparable a las obras de Banksy que, como se sabe que no cobra derechos de autor, aparecen en cada esquina del mercadillo en todos los formatos posibles.

No os preocupéis, no hay que comprar nada. De hecho es todo tan caro que basta con mirar, tomarse unas pintas en algún lugar apetecible, y volver con ideas a los rastros de nuestras ciudades.

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