Cómo moverse en San Francisco

Los habitantes de San Francisco se dividen entre los que tienen los frenos pelados o el culo muy duro. Las 50 colinas que se reparten por toda la ciudad, y la planificación urbanística que no tuvo en cuenta los desniveles del terreno, marcan la imagen típica de las cuestas de la ciudad, las espectaculares vistas, pero también la sufrida forma de moverse en San Francisco para locales y turistas. Aquí van unas alternativas:

Cable car

Es la manera más típica y turística de moverse en San Francisco: los tradicionales vagones que suben las cuestas tirados por un cable subterráneo. Es un invento autóctono: cuando la ciudad creció desaforadamente en la época de la fiebre del oro, moverse en San Francisco empezó a ser un problema para los humildes pies de los trabajadores, y también para los caballos que no resistían las empinadas cuestas.

Moverse en San Francisco Cable CarFue precisamente tras presenciar un trágico deslizamiento de un coche de caballos, cuando un ingeniero ideó la forma de adaptar el sistema de cables de las vagonetas de la mina al transporte público. Consiguió una licencia para instalar el cableado subterráneo que tirara de un vagón lleno de pasajeros cuesta arriba y lo frenara cuesta abajo, y así nacieron los famosos cable cars que se extendieron a otras calles con otras compañías y se convirtieron en emblema de la ciudad.

En el museo del cable car, de entrada gratuita y situado en la esquina de Washington con Mason, se puede ver la maquinaría de los cuatro cables que aún funcionan actualmente, además de ver modelos antiguos y conocer detalles sobre la invención, auge y caída de este medio de transporte tan original.

Tranvía

La llegada de la electricidad y la destrucción de muchas infraestructuras del cable car durante el terremoto de 1906 aceleraron la introducción del tranvía hasta convertirse en una pieza clave para moverse en San Francisco.

Moverse en San Francisco TranvíaDe entre las distintas líneas que existieron y que más tarde se convirtieron en metro o tren ligero, la línea F, Market & Wharves, es la que se ha conservado en su forma tradicional y es la más útil para el visitante que quiera moverse en San Francisco, porque recorre todos los embarcaderos impares, desde Fisherman’s Wharf hasta el Ferry Building, cruza el distrito financiero, y continúa por la larguísima calle Market hasta los barrios de Mission y Castro.

Solo con recorrerla de punta a punta ya tienes la mitad del turismo hecho. Y todo por apenas 2,25 dólares. Pero es que además esta línea es un museo en movimiento porque muchos de los tranvías que vemos son antiguos modelos rescatados de otras ciudades americanas como Dallas o Kansas City, pero también de mucho más lejos como Oporto, Hamburgo, Moscú o Hiroshima.

Ferri

La ciudad de San Francisco se encuentra en una península dentro de una enorme bahía, por lo que el transporte por agua nunca le ha sido ajeno. Esa bahía fue, en su día, el puerto más importante de la costa oeste de Estados Unidos, y hasta los años 30, una intrincada red de ferris transportaban a miles de pasajero cada día.

Luego el puente mató a la estrella del puerto y cuando se inauguraron el Golden Gate Bridge y el Bay Bridge, los viajes se redujeron considerablemente, pero aún se utilizan como transporte público y, sobre todo, turístico. Se pueden hacer viajes entre distintos puntos de la ciudad, hasta las localidades de Oakland o San José, a la Universidad de Berkley, pintorescos paseos hasta Sausalito, o simples rutas turísticas para pasar bajo el Golden Gate, aunque los más concurridos son, sin duda, los viajes a Alcatraz.

Autobús turístico

Hay varias líneas de autobuses turísticos que recorren San Francisco y son una buena forma de conseguir una tarifa plana de viajes durante 48 horas para subir y bajar en los puntos más llamativos y menos accesibles de la ciudad.

Moverse en San Francisco Treasure IslandNosotros, como buenos turistas sin complejos y sin guía, compramos un pase en una de estas compañías, en concreto con City Tour y Citysightseeing que están asociadas, de manera que con el ticket de una puedes subir en los autobuses de otra. Su línea principal consta de 21 paradas que si se recorren ininterrupidamente tienen una duración de dos horas.

Además, conecta con otras líneas para atravesar el puente del Golden Gate hasta Sausalito, visitar el Parque Muir Woods, o la línea que recorre el Golden Gate Park. El ticket también incluye un paseo nocturno cuyo principal atractivo es cruzar el Bay Bridge hasta Treasure Island para ver el skyline iluminado de la ciudad.

En la parte negativa, además del precio un tanto excesivo comparado con otras ciudades, el problema es que no todos cuentan con audioguía por lo que se depende de las indicaciones del conductor que puede estar desganado y pasar de todo o especialmente entusiasta para conseguir propinas.

Uber

Vamos a ponernos modernos. En las grandes ciudades de Estados Unidos ya apenas se cogen taxis, Uber ha llegado para cambiar el sector y en San Francisco, sede de la propia compañía y hogar de miles de techies, esto no podía ser menos: todo el mundo se mueve en Uber.

Entre las distintas variedades del servicio (Uber X, Uber XL, Uber Black, Uber SUV, etc) se encuentra Uber Pool, la más económica porque compartes coche con desconocidos que van más o menos en tu misma dirección. Ideal si no tienes prisa y no te importa conocer extraños. Nosotros guardamos buen recuerdo de un viaje surrealista hasta el distrito de Marina con una conductora, su perro y dos señoras. Eso sí, tienes que tener acceso a Internet en la calle para contactar con tu coche.

Más formas de moverse en San Francisco

No voy a dedicarle mucho tiempo a ellos porque todos sabéis usarlos, pero basta decir que el Muni es el servicio municipal de transportes que se compone de metros, autobuses, trolebuses y tranvías, y que también permite comprar pases diarios o de tres días mucho más baratos y flexibles que los turísticos.

Otro medio útil es el BART, así, con nombre de Simpson, que es el servicio de tren que te puede llevar de manera muy fácil y económica hasta el aeropuerto.

Y siempre podéis ir a pie, claro, que San Francisco no es muy grande, el problema es que el camino más rápido de un punto a otro no es siempre el que parece en el mapa, hay que aprender a rodear las colinas.

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