4 Razones para no viajar en Semana Santa

13 millones de desplazamientos por carretera, 90% de ocupación hotelera, los cirios y el incienso ya están consumiéndose. España entera disfruta de unos días de vacaciones, pero yo me quedo en casa. Por mucho que me guste viajar, hace tiempo que me niego a hacerlo en Semana Santa y creo que tengo razones fundadas para ello. A saber:

  • El tiempo
    Todo el mundo lo sabe: La Semana santa está puesta en el calendario a traición, entre marzo y abril, justo en un momento en el que esperas que te toque un sol que ilumine toda la cristiandad y en cambio cuando llegas a tu destino encuentras un diluvio universal. Este año ha habido suerte, pero cuántas veces ha llegado el viernes de dolores y al ver la predicción del tiempo nos hemos echado a llorar como un costalero sevillano (lo que antes venía siendo una Magdalena). Y a mí, que queréis que os diga, no me gusta viajar con mal tiempo, bajo la capucha no distingo una catedral de un ayuntamiento, solo entro en los museos para esperar a que escampe, y además no hay filtro de Instagram que anime ningún paisaje lluvioso. Luego vuelvo a casa diciendo lo de “no sé, es una ciudad gris” y no es gris, no, es que estaba nublado.
  • La Muchedumbre
    Cada cofradía dirá lo que quiera, pero la procesión más concurrida siempre ha sido la de la A6. A poco que sepamos de estadística podemos entenderlo: Más de cuarenta millones de personas tienen los mismos 4 días libres que tú y la mayoría de ellos van a querer viajar a los mimos sitios que tú. El resultado es terrible, cualquier rincón con un mínimo de interés turístico está como el Huerto de los Olivos en Domingo de Ramos, (como El Corte Inglés el 7 de enero, para los que no conozcan las Escrituras). Te puedes ir a orar al desierto, que no vas a encontrar donde clavar una sombrilla, y en cualquier foto que hagas te van a salir varias señoras en medio. Con o sin peineta.
  • Los Precios
    Directamente derivada de la anterior: Si alguien se perdió la clase de economía sobre la oferta y la demanda, no tiene más que viajar en Semana Santa. Las promociones de vuelos y trenes no son válidas en las fechas que usted solicita, el precio de la habitación es un 50% más por temporada alta, las torrijas se las ponemos a precio de bogavante, que nos las quitan de las manos.
  • El placer
    Viajar es un placer y por tanto debe ser pecado. Aunque yo soy muy devoto de Santa Teresa -añejo, gran reserva- no estoy muy puesto en los preceptos de la Iglesia, pero me extrañaría que se les hubiera escapado este campo de prohibición.

En cualquier caso, como la tentación es muy grande, si insistís en viajar también hay soluciones para todo: Contra el mal tiempo, Canarias; contra la muchedumbre, turismo rural; contra los altos precios, camping y bocadillos; contra el placer… no sé ¿penitencia?

Pero yo lo que recomiendo es quedarse en casa,  disfrutando de la soledad de las calles, los sitios libres en la terrazas y si hay ganas de una Semana Santa más típica, ir a ver Ben Hur, y esperar al puente de mayo para el próximo viaje.

5 comentarios en “4 Razones para no viajar en Semana Santa

  1. Me gusta. Y no me refiero a que si hay que salir en Semana Santa o quedarse en casa. Seguramente, los que trabajan y quieren ver las procesiones en Sevilla, o la floración de los cerezos en el Valle del Jerte, no les quedará otro remedio que ponerse en una de esas colas. Me refiero a la forma de contarlo este viajero infrecuente, con eso tono desenfadado y esa chispa de humor que hacen muy amena su lectura y con muchos detalles de vivencias durante el viaje que no aparecen en las guías turísticas. Creo que todas las guías están incompletas y en éste blog ya lo dice el autor, pero ahora que no hay que llevarse nada porque todo va con uno a través de Internet, no está por demás anotar el enlace. Yo lo recomiendo….

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