New York, New York

New York, New York

New York, New York es un himno a la ciudad más famosa del mundo. Surgió de una película, como no podía ser menos en esta ciudad, y ha protagonizado un duelo artístico entre dos grandes estrellas, además de multitud de eventos y una censura inexplicable.

La primera vez que fui a Nueva York, me ocupe de llevar grabada en un mp3 (antes las cosas funcionaban así) la canción de New York, New York para poder escucharla en el momento oportuno. Ese momento fue en la cima del Rockefeller Center, ya de noche, justo antes de que nos echaran por riesgo de tormenta eléctrica, con una vista perfecta de Manhattan y sus rascacielos, presididos por el icónico Empire State. La historia de la canción la he descubierto luego.

Todo empezó con una película

Como sabéis, Martin Scorsese es, junto a Woody Allen, el principal inmortalizador cinematográfico de Nueva York. Entre sus películas hay títulos tan característicos de la ciudad como Calles Salvajes, Taxi Driver o Gangs of New York. Pues bien, una de esas películas, solo que de mucha menos fama y calidad, se llamó precisamente New York, New York.

Se estrenó en 1977 y fue su primera obra de gran presupuesto, y su primer y único musical (si no contamos algún vídeo de Michael Jackson). Estaba protagonizada Liza Minelli y Robert de Niro, que ya era el actor fetiche del director, y ambos encarnaban a dos músicos que se conocían en Manhattan a finales de la Segunda Guerra Mundial. La película fue una catástrofe de crítica y taquilla, pero dejó para la posteridad su canción principal que sería muchísimo más famosa que el film.

Este es el trailer, que ya tiraba del gancho de la canción:

Así que ya veis, si alguna vez habéis oído a Liza Minelli cantar New York, New York y habéis pensado «mira esta, robándole el repertorio a Sinatra», pues estabais equivocados. John Kander y Fred Ebb compusieron la canción expresamente para la película y para ser interpretada por Minelli.

Solo que tres años después del estreno, Frank Sinatra decidió incluirla en su disco Trilogy: Past Present Future, y su grabación de la canción optó a todos los Grammys posibles y triunfó en todas las listas de éxitos. Desde entonces se convirtió en uno de los imprescindibles de Sinatra, y la incluyó en todos sus conciertos. Curiosamente, Sinatra ya había cantado otra canción llamada New York, New York junto a Gene Kelly en el musical Un día en Nueva York. Seguro que os acordáis de él vestido de marinerito.

El himno de una ciudad

New York, New York era, en la película, la banda sonora de un par de artistas que querían triunfar en la gran ciudad, y por eso es algo así como el sueño americano convertido en canción. Un canto a la superación personal identificado con el triunfo en la capital del mundo, y con unos versos como estos:

Me voy a nueva york porque quiero ser parte de ella […] quiero despertar en la ciudad que nunca duerme […] sentir que soy el rey de la colina, la parte de arriba del montón, el número uno de la lista […] si puedo conseguirlo allí, lo conseguiré en cualquier parte.

La canción fue incluida en la lista de las canciones más representativas del cine estadounidense, pero también se convirtió en el himno de la ciudad. Se puede escuchar en cada celebración de año nuevo en Times Square o en el desfile de Acción de Gracias en la Sexta Avenida, y es utilizada en prácticamente todas las competiciones deportivas de Nueva York: en los partidos de béisbol de los Yankees y los Mets, los partidos de baloncesto de los Nicks, el hockey de los Rangers, y las Superbowls en que han participado los New York Giants.

Eso sí, por alguna razón inexplicable, tanto en el béisbol como en el fútbol americano se emitía la versión de Frank Sinatra cuando el equipo neoyorkino ganaba y la de Liza Minelli cuando perdían hasta que la cantante protestó por ello. Sin embargo, Liza Minelli ha podido resarcirse del «robo» de su canción interpretándola en directo en tres ocasiones emblemáticas: en la reinauguración de la Estatua de la Libertad, en las Olimpiadas del 84 y en el primer evento deportivo tras los ataques del 11S.

Precisamente fueron los acontecimientos del 11 de Septiembre los culpables de que esta canción fuera censurada. Pocos días después de los atentados terroristas, la compañía Clear Channel Communications envió un memorando a sus más de 1200 emisoras de radio de Estados Unidos con una lista de 165 canciones «cuestionables» que debían ser evitadas. En esa lista, que incluía canciones violentas, menciones a aviones, policías o simplemente el cielo, se incluyó también New York, New York, para evitar que los oyentes se acordaran de la ciudad y la tragedia.

Y esta es básicamente la historia de la canción, para que cuando la volváis a oír, a ser posible in situ, la conozcáis mejor. Entre tanto, os dejo con un homenaje a la ciudad en la versión de Sinatra:

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