Los Lagos de Sao Miguel

La isla de Sao Miguel vista desde arriba parece un paño verde roído por los ratones. De hecho la llaman la isla verde por sus praderas y bosques de laurisilva, pero aquí y allá destacan los huecos azules que forman los enormes lagos creados en los cráteres que dejaron los volcanes.

En una entrada anterior ya conté una de las excursiones típicas de la isla para visitar el ‘calentito’ lago de Furnas. Al día siguiente, otra excursión nos llevó a visitar otros imponentes lagos como Lagoa do Fogo, con un nombre muy esclarecedor, lago de fuego, junto al que también encontramos piscinas termales de agua caliente recién salida del volcán. Además, el camino hasta allí pasa por el Alto Barroso, y lo de alto es un decir, porque no llega a los mil metros de altura, pero su posición permite ver, al tiempo, las costas norte y sur de la isla… Que es muy estrecha.

Sao Miguel, Azores
Sao Miguel, Azores

También visitamos la región de Sete Cidades, una zona aislada que ya estaría deshabitada de no ser por el atractivo turístico de sus numerosos lagos, entre los que destacan el lago verde y lago azul (en la foto principal). Reciben su nombre, muy originalmente, del color que da a sus aguas la profundidad de cada uno, y el mejor lugar para admirarlos en el valle/cráter donde se asientan, es el mirador de Vista do Rei, llamado así porque un tal Rey Dom Carlos se plantó allí y aseguró que nunca había visto un paisaje tan impresionante.

Entre lago y lago lo que hay son principalmente vacas, pero también plantaciones típicas de productos tan dispares como el té o la piña tropical, quién lo iba a decir. Ambas se pueden visitar para conocer el proceso de cultivo y probar el licor de rigor, porque en todas las visitas te dan a probar algo. Aunque para ejercicio de cata, el de la típica fábrica de la Mulher de Capote, que produce hasta 23 licores, desde maracuyá hasta arroz con leche…y los puedes probar todos. Doy fe.

También entre lago y lago, o más bien entre pueblo y pueblo, lo que vimos fueron peregrinos. Al parecer es una imagen muy típica durante la cuaresma, ver estas cuadrillas de hombres, los «romeiros», que salen de cada pueblo con su bastón, su pañuelo y su rosario para recorrer a pie la isla entera, visitando las principales parroquias durante 8 días con sus 8 noches.  Otra forma de hacer turismo que nosotros no vamos a probar.

 

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