Libros para ir a Nueva York y no quedarse

Ya que se aproxima el día del libro, voy a ponerme literario (o no) para comentar que últimamente estoy leyendo un par de libros que reavivan las ganas de volver a Nueva York y descubrir nuevos lugares más cercanos al día a día de sus habitantes que a los tradicionales destinos turísticos. Aunque teniendo en cuenta la cantidad de novelas ambientadas en la ciudad da un poco de vergüenza empezar por éstas.

Noches sin dormir y Lugares que no quiero compartir con nadie no son novelas, sino unos diarios en los que una señora que ronda los cincuenta relata su vida cotidiana en Nueva York junto a su marido; los lugares que frecuentan, la gente que conocen, los hábitos que adquieren. Reconozco que tal vez no tendrían mayor interés si no fuera porque la señora en cuestión es Elvira Lindo y su marido es Antonio Muñoz Molina, lo que inevitablemente hace de los protagonistas personajes muy reconocidos.

Entre ambos libros han pasado 4 años, y aunque en líneas generales el estilo es el mismo, como una continuación uno de otro, se notan algunas diferencias. Lugares que no quiero compartir con nadie es más detallado en cuanto a lo que promete el título, los lugares que se han convertido en sus bares, restaurantes o tiendas de referencia, o aquellos que le han llamado más la atención. Por ejemplo la imaginaria ‘ruta para el niño gordo que todos llevamos dentro’ no tiene desperdicio, enumerando los locales que a gusto de la autora y uno de sus amigos son los mejores para desayunar bagels, comer las mejores hamburguesas o atiborrarse a donuts. Las curiosas tiendas, la descripción del barrio de Lexington o los planes en el Upper West donde vive la pareja son otros ejemplos. La propia autora comentará luego en Noches sin dormir, que se ha topado con turistas españoles con su libro en la mochila haciendo cola en lugares que la pareja suele frecuentar. La próxima vez que vaya a Nueva York sin duda me lo llevaré e intentaré averiguar si esos sitios siguen abiertos.

Este primer libro parece más optimista -aunque comienza con la escritora visitando un psiquiatra para superar sus ataques de ansiedad- y aunque ya comenta varios aspectos de la sociedad americana con los que no está del todo a gusto, en general deja una visión amable de la ciudad y su gente. En cambio en Noches sin dormir se le quitan a uno las ganas de vivir en Nueva York. En este caso Elvira Lindo relata su último invierno en la ciudad ya harta del frío meteorológico y social y, aunque también menciona lugares interesantes para visitar –por ejemplo incursiones a Harlem o Brooklyn- o eventos a los que acude –Actos en el Instituto Cervantes o un mitin de Pablo Iglesias en Queens- la atención se centra más en cómo vive la gente, la soledad, la diferencias sociales, y sobre todo la crudeza del invierno que hace insoportable la ciudad, todo ello ilustrado con fotografías tomadas por la propia escritora.

En resumen, son libros interesantes si -y solo si- uno tiene curiosidad por la vida de los protagonistas (a mí en concreto me resultan simpáticos) o si quiere consultar recomendaciones de lugares en Nueva York más allá de lo que ofrecen las guías turísticas, como cuando se tiene un amigo viviendo allí y nos lleva a sus lugares preferidos.

Otros libros ambientados en Nueva York
Otros libros ambientados en Nueva York

Sin embargo, si uno busca buenas historias es preferible acercarse a cualquier librería para encontrar grandes novelas que suceden en Nueva York. Yo he aprovechado para echar un vistazo a mi estantería para buscar otros ejemplos y me he encontrado con novelas de Paul Auster como Brooklyn Follies, pero sobre todo la Trilogía de Nueva York, formado por tres relatos policíacos de los que destacaría el primero, Ciudad de Cristal.

También está por ahí El hombre que inventó Manhattan de Ray Loriga, un librito de relatos entretenido y fácil de leer que entremezcla historias y personajes. Pero para genial descubrimiento de novela ambientada en Nueva York, Los Interesantes de Meg Wolitzer, que narra la vida de un grupo de amigos con inquietudes artísticas desde que se conocen en un campamento en las afueras del estado. A través de los diferentes caminos que toman sus vidas a lo largo de las décadas siguientes vamos viendo los contrastes entre unos y otros, el Nueva York rico y el pobre, la vida en Manhattan y las afueras, etc. y todo de una manera tan entretenida que las 600 páginas saben a poco.

Aún cogiendo solo estos ejemplos da la impresión que la literatura de Nueva York habla como los españoles expatriados allí, que te vienen a decir que la ciudad está muy bien para ir pero no para quedarse…

3 comentarios en “Libros para ir a Nueva York y no quedarse

  1. Bastante de acuerdo con la última frase: «la ciudad está muy bien para ir pero no para quedarse…»
    Diría que la ciudad está bien a secas pero claro, nos la han contado desde tantos ángulos que nos corre por las venas…como tantos otros sitios, lugar sobrevalorado. Sitios como costa rica, kerala, carcassonne, cannes, lago di garda y un sin fin de sitios. Afortunadamente la mayoría desconocidos.

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