El mejor lugar para alojarse en París

No ha salido en ningún informe oficial de la Unesco, ni siquiera en TripAdvisor, que en este tema tiene más oficialidad,  pero ya os lo digo yo, que me ha costado cuatro viajes a la capital francesa hasta encontrar un lugar razonablemente céntrico dentro de esa enormidad que llaman ciudad, y al mismo tiempo razonablemente económico en ese lujo con calles que llaman París.

La mejor zona donde quedarse en París la hemos encontrado en el barrio de Montparnasse, en el límite de los Distrito 6 y 14. Son distritos que a primera vista pueden parecer alejados del centro (los distritos de París se enumeran empezando por el centro geográfico y en espiral formando un caracol, escargot, que dirián los franceses) y un tanto anodinos pues no hay grandes atractivos turísticos salvo los Jardines de Luxemburgo, Saint Sulpice o las Catacumbas, sin embargo la elección nos colocó en una posición estratégica para ver el enorme listado de monumentos emblemáticos que tiene esta ciudad.

Estábamos equidistantes entre la Torre Eiffel y Notre Dame. A Los Inválidos llegamos en unos escasos 15 minutos andando. Desde el Louvre estábamos en línea recta cruzando el Sena y siguiendo la animada avenida de Rennes. Todo los demás, La Place de la Concorde, los Campos Elíseos, el Arco del Triunfo, la Ópera, los alcanzamos caminando cómodamente… Es un decir, a mí el primer día de caminata me acabaron doliendo hasta las costuras de los pantalones. Por otra parte, el Barrio Latino con su Sorbona, su Panteón y sus bares está a una distancia tan próxima de Montparnasse que nos permitía dar un paseo para tomar unas copas y no preocuparnos por el estado en el que emprendieramos el camino de vuelta porque bastaba con guiarse por el rascacielos para llegar sanos y salvos.

La Torre de Montparnasse desde el Sagrado Corazón en Montmarte
La Torre de Montparnasse desde Montmartre


Ésa es otra ventaja indiscutible, la Torre de Montparnasse puede que no sea lo más bonito de este entramado de monumentos, pero era hasta hace poco el edificio más alto de Francia y eso, en una ciudad que tiene la altura de los edificios limitada en su mayor parte,  le hace visible desde cualquier punto sobresaliendo entre las casas bajas que predominan en el centro (Aunque llamar centro a esta extensión parece una burla a los centros históricos de cualquier otra ciudad). En resumen, una buena manera de permanecer orientado en todo momento.
Y lo mejor de todo: Al acabar el día después de un ajetreado tour (de France) de kilómetros y kilómetros, cuando llegas de vuelta al hotel puedes hacer un último esfuerzo para admirar las mejores vistas al contemplar el atardecer desde lo alto de la torre. Como ya advierte la publicidad, subir a la Torre Eiffel para ver París tiene su encanto, pero tienen mucho más encanto las vistas de París con la Torre Eiffel en ella. Para muestra, la imagen principal.

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